y el tipico discurso de fin de año. adiós 2009.

Un año más, 365 días nuevos, 12 meses diferentes, horas minutos y segundos aprovechados y malgastados. Días de risas, noches de diversión, días tranquilos, noches de sueño. Mañanas de estudio y ocio, tardes de siesta, tardes de amigos, tardes de NOamigos.
Experiencia, retrocesos y progresos. Madurez e inmadurez. Viajes, salidas, aire libre, frío, calor. Amor y desamor, ilusión y desilucón, espera y desespera. Salud y enfermedad.
No todo habrá sido positivo, pero lo negativo mejor descartarlo. Como suelo hacer todos los años, mi memoria selectiva olvida todo lo que me hizo mal, todo lo inservible, todo lo descartable. Si de nuevo se trata, bienvenido sea. Y si de conservar se trata, que sea de lo mejor.
Resulta que, como le pasa a la mayoría de las personas, a esta altura del año es cuando te das cuenta del tiempo malgastado en cosas que creíamos que nos llevarían a algo. Diciembre, mes autoevaluativo e introspectivo.
Un vaivén de preguntas y dudas, incógnitas que HOY tienen su respuesta, y ¿cuál es la respuesta a tantas dudas?. La vida, la vida misma llena de sentimientos, impulsos, alegrías y descontentos, arrepentimientos y crecimiento. De crecer se trata, tengas 10, 15, 18, 30 o 50 años, la vida te llena de nuevos contextos, nuevos ambientes, nueva gente y nuevas metas por superar, que te colman en nuevas experiencias, y seguir manteniendo tu esencia es lo primordial, hagas lo que hagas estés donde estés. No importa cómo te vea la gente, qué digan o cuánto te aprecien mientras no sean importantes para vos. Aquellos a los que si les importes, lo harán porque te aceptan y están dispuestos a querer compartir su vida con vos, sin prejuicios. La gente por la que uno se rodea es tan o mas importante que uno mismo como ser individual, y esto se debe a una necesidad natural de interacción con los demás, un necesidad humanda de dar, y recibir afecto, de compartir experiencias, y de formar lazos de confianza VERDADEROS, que con los años nos permiten descubrir cuánto nos ayudaron a seguir adelante. y cuando me refiero a verdaderos, hablo de gente a la que uno le inspira paz, le inspira confianza, y porque no tambien alegría y diversión. Todos los demás, no se dice que es desechable, pero no es importante, y no cambirán tu vida, en caso de que por el mal común de muchos, quieran hacerte daño por capricho e inmadurez. Todas aquellas personas, y todos aquellos momentos que por algún motivo u otro compartieron contigo y fueron algo bueno en tu vida, merecen un lugar en la cajita de recuerdos bonitos. Que una vez al año la abro para guardar los nuevos, y recordar los viejos.
 Esto no se trata de hacer un poema, menos  una filosofía de vida, si no sumergirse dentro de propios recuerdos y experiencias, para llenarse de alegría al ver que 365 dias valieron la pena estar viva.
Y para mí, fueron mas que valorables, positivos o negativos, gracias a ellos, crecí, y lo seguiré haciendo.


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