
a la orilla de un río imaginario.
De los muros que son imaginarios penden antiguos cuadros imaginarios, irreparables grietas imaginarias que representan hechos imaginarios ocurridos en mundos imaginarios, en lugares y tiempos imaginarios.
Todas las tardes tardes imaginarias sube las escaleras imaginarias y se asoma al balcón imaginario, a mirar el paisaje imaginario que consiste en un valle imaginario, circundado de cerros imaginarios.
Sombras imaginarias vienen por el camino imaginario entonando canciones imaginarias a la muerte del sol imaginario
Y en las noches de luna imaginaria sueña con la mujer imaginaria que le brindó su amor imaginario. Vuelve a sentir ese mismo dolor, ese mismo placer imaginario y vuelve a palpitar el corazón del hombre imaginario.
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