permanente y existencial


El odio muchas veces es el pan de cada día que nos ayuda a no hundirnos en la decadencia..después del amor, lo más dulce es el odiarte. Nada nos enredó en mayores males que el atenernos a los rumores, en la creencia de que lo mejor es lo aceptado por consentimiento de muchos, y el seguir los ejemplos más numerosos, rigiéndonos no por la razón, sino por la imitación de los demás.
El hombre que olvida una ofensa, no la perdona: la olvida. Pues el perdón parte de un sentimiento heroico, de un corazón noble, de un espíritu generoso, mientras que el olvido viene de una debilidad de la memoria, o de la despreocupación, amiga de un alma pacífica y frecuentemente de la necesidad de calma y de tranquilidad. Si crees que no me debes nada, nada me debes, porque respeto todas las creencias y porque todas las creencias son iguales. Todas son creencias. El deleite del odio no puede compararse al deleite de ser odiado. Ahora siento hacia mi semejante un odio sereno, o una piedad tan inactiva.. que es lo mismo. No hay ninguna facultad del alma humana que sea tan persistente y universal, el hombre odia a quien le hace sentir su propia inferioridad. La oscuridad nos envuelve a todos, pero mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia.
No importa que te amen o te critiquen, te respeten, te honren o te difamen, que te coronen o te crucifiquen; porque la mayor bendición que hay en la existencia es ser tú mismo.

0 personas opinaron: